Las carreteras y caminos rojizos del sur y oeste de Costa de Marfil
se abren paso entre los cacaoteros. Para llegar hasta la caja de
bombones o la tableta de chocolate, el cacao ha estado antes aquí,
dentro de las vainas de color amarillo intenso, duras y con forma de
balón de rugby que cuelgan de los árboles.
Los campesinos las rompen con agilidad a golpe de machete. Dentro,
los granos están cubiertos por una pulpa dulce de color blanco. Solo
cuando las semillas fermentan y se secan al sol empiezan a parecerse
algo más a la imagen final del cacao, marrón oscuro.
...
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http://latierraesclava.eldiario.es/cacao/?_ga=1.243115594.930736711.1488307382
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