Citándose una amplia gama de dolencias, desde leucemia a ceguera por
defectos de nacimiento, 79 veteranos estadounidenses que durante 2011
participaron en la labores de apoyo durante el terremoto y el tsunami de
Japón, en la denominada Operación Tomodachi (Amistad), han presentado
una nueva demanda colectiva por valor de 1000 millones de dólares contra
Tokyo Electric Power (TEPCO). El portaaviones USS Ronald Reagan, que se
encuentra actualmente atracado en San Diego, se ha convertido en una
cuestión política crucial.
La demanda incluye los daños sufridos por el hijo de un marinero que
nació con una enfermedad genética, debido a la exposición a la
contaminación radiactiva producida por el accidente nuclear de
Fukushima; y los de una adolescente estadounidense que vivía cerca del
lugar afectado. También se ha dejado abierta la posibilidad de que se
sumen a la demanda colectiva “hasta 70.000 ciudadanos estadounidenses que se vieron potencialmente afectados por la radiación...”.
Este portaaviones de 4300 millones de dólares es el buque insignia de
la presencia naval de Estados Unidos en el Pacífico. Los críticos dicen
que el barco está demasiado contaminado como para ser operativo o
incluso para ser desguazado, por lo que debería ser hundido, al igual
que otras naves estadounidenses que también resultaron contaminadas por
las pruebas nucleares realizadas en el Pacífico Sur.
TEPCO ha admitido que ha subestimado las lecturas realizadas de los
niveles de radiación en un factor de cinco. También se ha observado un
aumento en el número de cánceres de tiroides entre los niños de la
región, que estuvieron expuestos a la radiación por encontrarse en la
dirección en la que soplaba el viento. Dos nuevos terremotos se han
producido en las zonas cercanas a Fukushima.
La demanda se ha presentado ante la Corte Federal de San Diego el
pasado 6 de febrero. También admite TEPCO que no informó al portaaviones
de propulsión nuclear que existían altos niveles de contaminación
debidos a la fusión total o parcial de los reactores nucleares y las
explosiones que se produjeron. El USS Reagan se encontraba a sólo una
milla de la costa cuando de los reactores afectados se emitieron nubes
letales de radiación tanto al aire como al mar al día siguiente del
terremoto y el tsunami. También estuvo navegando a través de las nubes
radiactivas durante más de cinco horas a unas 100 millas de la costa.
El USS Reagan (CVN-76) tiene 1092 pies de largo y fue puesto en servicio
el 12 de julio de 2003. La cubierta tiene una extensión de 4,5
hectáreas, lleva una tripulación de 5.500 marineros y más de 80 aviones.
Los miembros de la tripulación informaron que en medio de una
tormenta de nieve, una nube de aire caliente los envolvió, dejándoles un
“sabor metálico”. Es algo parecido a lo que apreciaron los aviadores
que lanzaron la bomba sobre Hiroshima y personas de Pennsylvania durante
el accidente nuclear de Three Mile Island. Los tripulantes del
portaaviones bebieron y se bañaron en agua de mar desalinizada, pero que
había sido irradiada por la radiactividad procedente de Fukushima.
Los marineros entienden que son un grupo joven y de buena salud.
También se han unido a la demanda el buque de asalto anfibio Essex, el
Cowpens y varios otros.
Las enfermedades que se recogen en la demanda son similares a las que
presentaron las personas afectadas por las bombas nucleares de
Hiroshima y Nagasaki (1945), y por las emisiones de radiación en Three
Mile Island (1979) y Chernobyl (1986). Entre ellas: “ problemas
reproductivos y enfermedades como leucemias, úlceras, extirpación de la
vesícula biliar, cáncer cerebral, cáncer testicular, sangrado uterino
disfuncional, enfermedades del tiroides, enfermedades del estómago y
otras dolencias inusuales en adultos jóvenes”.
Un marinero de 22 años de edad declaró ante el Tribunal que “al
regreso de la Operación Tomodachi empecé a perder visión. He perdido
toda la visión del ojo izquierdo y la mayor parte de la del ojo derecho.
No puedo leer las señales de la calle ni conducir. Antes de la
Operación Tomodachi tenía una excelente visión, no llevaba gafas y no
tenía necesidad de cirugía correctiva. No sé de ningún miembro de mi
familia que haya tenido leucemia”.
Baby-G es el hijo de un miembro de la tripulación del USS Reagan, nacido
el 15 de octubre de 2011, siete meses después de haber estado expuesto
a la radiación, presentando múltiples defectos de nacimiento. La
demanda solicita 1000 millones de dólares para “adelantar los pagos y gastos de cada uno de los demandantes por exámenes médicos, supervisión médica y tratamientos”, así como daños y perjuicios generales.
Sin embargo, TEPCO y la Marina de Estados Unidos dicen que no se
emitió tanta radiación en Fukushima como para dañar a los marineros o su
descendencia. Pero tampoco pueden decir la cantidad exacta de radiación
emitida. La Marina ha suspendido el programa de seguimiento de la salud
de los marineros afectados por la radiación.
Después de cuatro días de navegación en el entorno de Fukushima, los
Gobiernos de Japón, Corea del Sur y Guam negaron la entrada al
portaaviones USS Reagan, debido a los altos niveles de radiación. La
Marina realizó numerosos trabajos de descontaminación, cuyos resultados
no están claros.
Una demanda inicial se presentó el 12 de diciembre de 2012, pero sólo
por parte de 8 demandantes, siendo archivada. Después fue
corregida,alcanzándose los 51 demandantes. Esta nueva demanda fue
rechazada por el juez federal Janis S. Sanmartino, por razones de
jurisdicción. Una nueva demanda se iba a presentar en el mes de enero de
este año, pero se produjeron retrasos al sumarse demandantes
adicionales. Los abogados Paul Garner y Charles Bonner dicen que aún más
podrían sumarse a la demanda.
En la demanda se acusa a TEPCO el haber mentido sobre los niveles de
radiación, cuando era Primer Ministro Naoto Kan. Kan dijo que el reactor
número 1 se fusionó cinco horas después del terremoto, antes de que
llegara la flota estadounidense. Esta noticia no es muy positiva para
una Industria que ha situado muchos reactores nucleares en zonas de
actividad sísmica por todo el mundo. Los demandantes también dicen que
TEPCO ha niveló un dique natural de forma negligente para reducir los
gastos de bombeo del agua. El tsunami inundó la sala donde se
encontraban los generadores de suministro auxiliar de energía, que ya se
encontraba sin protección, obligando a los trabajadores en esta
situación desesperada a recurrir a baterías de los automóviles para
intentar poner en funcionamiento el suministro. TEPCO envió demasiado
tarde 11 camiones de suministro de energía, que quedaron bloqueados en
los embotellamientos de tráfico que se produjeron.
Se incluyen informes de reducción de costes, mala gestión y la contratación de personal no formado, todo ello en 65 páginas.
El fiscal Bonner explicará esta demanda en el programa de Radio
Solartopia a las 5 pm EST del martes 11 de febrero. Unas 4000 personas
han firmado peticiones en nukefree.org, moveon.org y Avaaz. El 11 de
febrero, como cada undécimo día de cada mes, se invita a la realización
de un ayuno en todo el mundo en apoyo de las víctimas del desastre de
Fukushima.
El futuro de la Séptima Flota de Estados Unidos, la Industria Nuclear
y un grupo de jóvenes marineros afectados por la radiación de
Fukushima, pende de un hilo.
—
Procedencia: http://www.commondreams.org/view/2014/02/11-8
De:
http://noticiasdeabajo.wordpress.com/2014/02/11/los-marineros-estadounidenses-afectados-por-la-radiacion-de-fukushima-presentan-una-demanda-judicial-contra-tepco/
No hay comentarios:
Publicar un comentario