Si ocasionalmente le gusta comer botanas como una bolsa de palomitas
de microondas, es probable que se le antoje el sabor a mantequilla.
Esto se debe a un saborizante artificial llamado diacetil, que es un
subproducto natural de la fermentación encontrado en la mantequilla,
cerveza y vinagre... y también una sustancia química producida
sintéticamente por las empresas de alimentos, ya que le da a los
alimentos ese irresistible sabor y aroma a mantequilla.
Muchas compañías que fabrican las palomitas de microondas ya han
dejado de utilizar el diacetil sintético, ya que ha sido relacionado con
daño pulmonar en personas que trabajan en sus fábricas.
Pero ahora un nuevo estudio de la Universidad de Minnesota muestra
que diacetil no sólo es un riesgo para los pulmones de los
trabajadores... también puede ser un riesgo para su cerebro.
El químico de la palomitas de microondas ligado al Alzheimer
Los investigadores que realizan estudios de laboratorio revelaron que
el diacetil tiene varias propiedades preocupantes para la salud del
cerebro. No sólo el diacetil puede atravesar la barrera sangre-cerebro,
que está destinada a ayudar a mantener las toxinas fuera de su cerebro,
sino también puede causar que las proteínas cerebrales se plieguen en
forma de beta-amiloide, vinculado con el Alzheimer. También inhibe los
mecanismos que ayudan a eliminar naturalmente el peligroso beta-amiloide
de su cerebro.1
No se sabe en este momento si el consumo de alimentos que contienen
diacetil (se utiliza no sólo en las palomitas de microondas, sino
también en otras botanas, productos para hornear, alimentos para
mascotas, algunas comidas rápidas y otros alimentos) aumenta el riesgo
de Alzheimer, pero el hallazgo de que puede contribuir a bajas
concentraciones de placas cerebrales relacionadas con la enfermedad de
Alzheimer es preocupante, por decir lo menos.
Cuantas veces nos han dicho que otros químicos sintéticos son
perfectamente seguros, sólo para descubrir con el tiempo que no lo son.
El GMS y aspartame vienen a la mente... pero hay muchos otros también.
Eliminar el diacetil de la palomitas de microondas no las hace seguras...
Como se ha mencionado, el diacetil es conocido por causar serios, y a
veces mortales enfermedades respiratorias en los trabajadores de las
plantas de palomitas de microondas y de plantas de saborizantes. Muchas
compañías por lo tanto dejaron de usar el producto químico en sus
productos, reemplazándolo con otro ingrediente llamado 2,3-pentanodiona
(PD), que también se utiliza para dar sabor y aroma a mantequilla.
Ahora, los investigadores han revelado que PD, también, puede
conducir a la toxicidad respiratoria similar a la que causa el
diacetil.2 El producto químico fue también capaz de alterar
patológicamente la expresión de los genes en el cerebro de las ratas, lo
que lleva a la neurotoxicidad. El investigador principal del estudio
señaló:
"Nuestro estudio es un recordatorio de que una sustancia química con
una larga historia de ser consumida sin ninguna evidencia de toxicidad
puede incluso ser un agente con toxicidad respiratoria al momento de
realizarse estudios apropiados."
Por no hablar del perfluoroalquilos (PFC), que son productos químicos
utilizados para impedir que la grasa se filtre a través de envolturas
de comida y que son ampliamente utilizados en el empaquetado de las
palomitas de maíz en microondas. Estos productos químicos se filtran en
los alimentos y son procesados por el cuerpo, donde pueden perturbar el
sistema endocrino y afectar sus hormonas sexuales. El PFC se han
relacionado con la infertilidad, enfermedad de la tiroides, cáncer,
problemas del sistema inmune, y más.
La mayor parte del maíz en Estados Unidos es transgénico.
Alrededor del 86 por ciento de todos los cultivos de maíz en los
Estados Unidos es transgénico o genéticamente modificado (GM), lo que
ocasiona un conjunto de preocupaciones de salud en las palomitas de
microondas. Curiosamente, ninguna de las palomitas de maíz es
transgénica o genéticamente modificada, sin embargo casi todo el maíz lo
es, eso es una gran razón para evitarlo. Además, siendo un grano
típicamente no promoverá una buena salud en la mayoría de las personas.
El llamado "maíz Bt" está equipado con un gen de la bacteria del
suelo Bacillus thuringiensis (Bt), que produce la toxina Bt - un
pesticida que destruye el estómago de ciertos insectos y los mata. Este
pesticida que produce maíz entró en el suministro de alimentos a finales
de 1990, y en la última década, las historias de horror han comenzado a
acumularse.
Monsanto y la Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus siglas en
ingles) de los Estados Unidos, juraron que la toxina sólo afectaría a
los insectos que se alimentan del cultivo. La toxina Bt, según ellos,
sería completamente destruida en el sistema digestivo humano y no
tendría ningún impacto sobre los animales y los seres humanos. Las
empresas de biotecnología han insistido en que toxina Bt tenazmente no
se une o interactúa con las paredes intestinales de los mamíferos, ni
tampoco en los seres humanos.
Sin embargo, la toxina Bt del maíz Bt, ha sido detectada en la sangre
de mujeres embarazadas y en sus bebés, así como en las mujeres no
embarazadas.
En concreto, la toxina fue identificada en el 93% de las mujeres
embarazadas, en el 80% de la sangre umbilical de sus bebés, y en el 67%
de las mujeres no embarazadas que fueron analizadas.3 Y existen
suficientes pruebas que demuestran que la toxina Bt producida en
cultivos transgénicos o modificados genéticamente como el maíz, es
tóxica para los seres humanos y mamíferos y desencadena respuestas en el
sistema inmunológico. Por ejemplo, en la investigación patrocinada por
el gobierno en Italia, ratones alimentados con maíz Bt de Monsanto
mostraron una amplia gama de respuestas inmunes, tales como:4
- Anticuerpo elevados de IgE y IgG, que están típicamente asociados con las alergias e infecciones.
- Un aumento en las citoquinas, que están asociados con las
respuestas alérgicas e inflamatorias. Las citoquinas específicas
(interleucinas) que mostraron estar elevadas también están elevadas en
los seres humanos que sufren de una amplia gama de trastornos, desde
artritis y enfermedad inflamatoria intestinal, hasta esclerosis múltiple
y cáncer.
- Células T elevadas (gamma delta), que se incrementan en las
personas con asma, y en niños con alergias a los alimentos, con artritis
juvenil y enfermedades del tejido conectivo.
Las ratas alimentadas con otra de las variedades de maíz Bt de
Monsanto, llamado MON 863, también experimentaron una activación en su
sistema inmunológico, mostrando un mayor número de basófilos, linfocitos
y células blancas en la sangre.5 Esto puede indicar posibles alergias,
infecciones, toxinas, y varios estados de enfermedad que incluyen
cáncer. También hubo signos de toxicidad hepática y renal.
¿Cómo revientan las palomitas?
Si alguna vez se ha preguntado cómo un grano de maíz se convierte en
palomita de maíz, el vídeo de arriba le puede dar una pista. Un grano de
maíz contiene humedad y aceite, junto con un almidón duro, denso. A
medida que el núcleo se calienta, la humedad en el núcleo se convierte
en vapor, que es almacenado dentro del casco fuerte.
Esto convierte el almidón en un denso material suave y flexible, y a
medida que sube la presión y el calor, el casco se rompe de repente y el
almidón se expande en una espuma aireada que crea la las palomitas que
usted conoce.
Si a usted le gustan las palomitas de maíz y no puede vivir sin
ellas, hágalas usted mismo en casa utilizando maíz para palomitas
orgánico y aceite de coco o mantequilla. Coloque el aceite o la
mantequilla en una olla grande, enciende el fuego y agregue sus granos.
Cuando el estallido reduce a una o dos "reventones" después de pocos
segundos, ya estarán listas. Añada sus propios condimentos naturales
como mantequilla cruda de leche de vacas alimentadas con pastura y sal
de la Himalaya, esto le proporcionara unas palomitas de maíz naturales
sin todos los ingredientes artificiales y productos químicos que son
inevitables con la variedad microondas.
Fuente:
http://www.viadimension.es/index.php/alimentacion
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