martes, 21 de agosto de 2018

El fraude rosa o los efectos secundarios de hacer mamografías a personas sanas

Las mamografías, que se hacen con la intención de detectar si una mujer tiene cáncer de mama, están cada vez más cuestionadas porque causan más daños que beneficios. No dejan de ser una fuente de radiación que, como concluyen los estudios más recientes, no puede ser usada para buscar cáncer en personas asintomáticas, que es lo que suele hacerse.




En algunos países, como por ejemplo Uruguay, es obligatorio para las mujeres entre 50 y 69 años de edad someterse a una mamografía cada dos años tanto para acceder a un trabajo como para conservarlo. Cuando en 2012 Ana Rosengurtt, ingeniera de profesión y la mujer que consiguió hace dos años que un juez sentenciase que hacerse una mamografía no puede ser obligatorio, se encontró en esa situación, la cuestionó e inició una investigación para decidir si la aceptaba o la rechazaba.

Ella misma nos cuenta qué fue encontrando (parte de sus averiguaciones fueron publicadas en la prestigiosa revista British Medical Journal). Lo que sigue son sus palabras:
 
La radiación es carcinogénica y no me convencía aceptar una intervención médica que, careciendo yo de síntomas de cáncer de mama (CM), me obligaba a someterme periódicamente a un procedimiento que podía generarme la misma patología que pretendía detectarme precozmente....

Más:
http://www.migueljara.com/2018/08/20/el-fraude-rosa-o-los-efectos-secundarios-de-hacer-mamografias-a-personas-sanas/

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