domingo, 10 de junio de 2012

La UE, el FMI y el Gobierno imponen a la ciudadanía un nuevo rescate a la banca

http://www.ecologistasenaccion.org/article23458.html

Ante la imposición de un nuevo rescate a al banca a costa de la ciudadanía, Ecologistas en Acción llama a la movilización ciudadana contra el pago de la deuda ilegítima y el rescate a la banca. La organización afirma que lo que tenemos que escoger es entre entregar los recursos colectivos a quienes más tienen o invertirlos en necesidades sociales como educación, sanidad, vivienda y medio ambiente.


Ayer la UE, el FMI y el Gobierno impusieron a la ciudadanía un nuevo rescate a la banca. El monto será de 100.000 millones de euros a pagar con dinero público a un tipo de interés del 3%. Esos 100.000 millones suponen el 10% del PIB español pero, con el 3% de interés en el marco de una economía en caída, el porcentaje realmente será mayor. Mas esa no es la cifra total. A día de hoy las diferentes medidas de apoyo (fondos de rescate, compra de activos o avales) a la banca española ascienden a 140.000 millones de euros. Es decir, un 14% del PIB. De este modo, en total la banca está comprometiendo, al menos, un 24% del PIB.
Pero este impresionante monto de dinero público que va terminar en muy pocas manos privadas ni siquiera va a ser suficiente. La deuda total española es el 400% del PIB, la gran mayoría de ella privada (un 336% del PIB). De este modo, ni siquiera comprometiendo un cuarto de la riqueza anual del estado, hay posibilidades reales de acercarse al pago de la gigantesca burbuja de deudas generada por especulación urbanística. Esta deuda es impagable.
Para Ecologistas en Acción, y para toda la ciudadanía, resulta obvio que el Gobierno miente cuando dice que no va a haber condicionalidad en la ayuda ni recortes sociales. Una prueba de esto es mirar el espejo irlandés. El caso de Irlanda es calcado al español, en el que la inmensa deuda inmobiliaria de los bancos fue enjuagada con el dinero de la ciudadanía irlandesa primero a través de los recursos propios y, posteriormente, de la UE. Como es bien sabido estas medidas implicaron un fuerte recorte en gastos sociales y ambientales. Y si el caso irlandés es conocido de sobra y tiene muchos paralelismos con el español, las implicaciones de la intervención griega no son menos conocidas. Pero, por si quedase alguna duda, tanto la UE como el FMI ya han dejado claro que hay condicionalidad en la ayuda, en concreto en “consolidación fiscal, reformas estructurales y mercado de trabajo”.
Para prever lo que implica esta condicionalidad no hay más que ver nuestro presente. Los recortes ya se están sufriendo aquí desde el 2008 en forma de reformas laborales encaminadas a una mayor precarización del trabajo, rebajas brutales de los salarios, retraso de la edad de jubilación o degradación acelerada de los servicios educativos. Pero probablemente estos no son los impactos más fuertes, ya que los brutales recortes en sanidad y en protección del medio están poniendo ya, sin exagerar, cadáveres sobre la mesa. Son los de esas personas que ya no llegan a tiempo a las urgencias porque las han cerrado, o que no tienen un diagnóstico adecuado porque se han detraído los fondos para realizarlos, o que pierden un techo donde vivir, o que sufren los impactos de aguas contaminadas porque no hay dinero para depuración.
La organización ecologista aventura que, tal vez porque llevamos años de grandes bombeos de recursos de abajo a arriba, es por lo que se atreve a decir desde el Gobierno que no habrá condicionalidad. Igual se refieren a que no habrá condicionalidad añadida a todo lo que ya se estaba haciendo y está previsto hacer con esa pesadilla semanal en que se han convertido los Consejos de Ministr@s de los viernes. De este modo no habrá intervención porque ya existía a través del Pacto Fiscal de la UE.
Así, Ecologistas en Acción considera que desde la ciudadanía tenemos básicamente dos opciones. La primera es que hagamos lo que se nos pide con insistencia, que nos quedamos quiet@s mientras nos devoran, miembro a miembro, “los mercados”, es decir, el gran capital bancario y transnacional. Que disfrutemos del circo del fútbol mientras nos quitan el pan.
La segunda es que reaccionemos, que tomemos la calle y digamos que la inmensa deuda que nos ata no la hemos generado desde la ciudadanía, y que quienes lo han hecho ha sido en contra de los intereses y necesidades de la gran mayoría de la población. Que además es una deuda que es impagable. Y, sobre todo, que como tenemos que escoger entre que quienes tienen mucho recuperen sus inversiones y la vida, escogemos la vida.
Esta segunda opción es la que se tomó en Islandia, donde no se rescató con dinero público a la banca resistiendo a las presiones de los centros financieros británicos y holandeses. Es el camino que eligió Ecuador, que auditó su deuda y dejó de pagar la que era ilegítima a pesar de tener poco peso en el marco internacional. Y es la opción que tomó Argentina después de la crisis del 2001 que, a pesar de no haber devuelto (ni tener intención) una parte de su deuda externa, está en el G20 y puede nacionalizar empresas como YPF.
Ecologistas en Acción se decanta claramente por la segunda opción y anuncia que se suma a la movilización que hay convocada en Madrid el sábado 16 a las 19:00 de Cuatro Caminos a la torre de Bankia de Plaza de Castilla. Allí gritará: ¡no debemos!, ¡no pagamos!

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